sábado, 30 de abril de 2011

Maldad ausente!

Cada vez se hace mas difícil despedirme de ti, quiero que la tarde tenga mas horas y quisiera que fueras de los que no tienen necesidad de regresar a casa, aunque justamente ese apego familiar es lo que me gusta de ti.
Siento que te falta maldad, cuando reconozco todas tus cualidades, cuando me siento segura a tu lado, cuando no me molesta el silencio, cuando la risa no para, cuando tus atenciones me ilusionan e incluso cuando tus defectos me incomodan.

La maldad que te falta la tengo yo de sobra, alcanza para los dos, aunque preferiría que tuvieras la que te corresponde.