sábado, 26 de noviembre de 2011

Lágrimas auténticas

A 13 días de cumplir seis años de haberte ido nos sigues faltando como el primer día, no soy quien para asegurar que te extraño mas que tu marido, tus hijos, tus nietos, tu hermana o mi abuela, lo que si puedo asegurar es que no recuerdo ocasión alguna en la que al pensar en ti no se me salgan las lágrimas sin importar si voy a mitad de calle, en el metro o estoy en la oficina; nada le impide a mi alma recordarte ni a mi cabeza cuestionarse ¿por qué nos dejaste?

Las lágrimas ruedan y no es una o dos, son tantas como aquel jueves; empiezo a creer que este llanto no corresponde a la sorpresa de ese 9 de diciembre y menos a querer aferrarme a que sigas aquí, se debe al dolor de saber que fue lo peor para nosotros. Dolor que se calma al entender que fue lo mejor para ti.